Publicado por Viqui Fuster,
Psicóloga y terapeuta en Red Cenit.
En Red Cenit nos parece muy importante apoyar tanto
a las familias como a los niños sobre los diagnósticos, ofreciendo las mejores
herramientas para afrontarlo y de esta forma poder abordar el tratamiento de
una manera más efectiva.
El impacto de un trastorno como el TDAH en la vida de
los niños y las personas que le rodean es significativo en todos los niveles.
No obstante, también hay cierto impacto cuando después de una exhaustiva
evaluación se da el diagnóstico.
El diagnóstico de un trastorno es necesario e
imprescindible para que se pueda empezar a trabajar con él desde todos los
ámbitos de su vida, de forma que se persiga la mejor evolución del niño
y se consiga su máximo potencial. No obstante, el hecho de recibir el
diagnóstico puede ser un hecho favorable y tranquilizador para la familia,
o por el contrario, puede convertirse en un factor negativo, que sirva de
etiqueta e incluso en algunos casos de elusión de responsabilidades. Cuando el
diagnóstico se interpreta de forma negativa suele ser por falta de información
al respecto y falta de aceptación, lo cual lleva a sentimientos de vergüenza,
culpa, frustración… por parte de los padres y también de los niños.
Por esto, la detección temprana y un diagnóstico
precoz son los factores más importantes para la evolución de los niños
con TDAH, puesto que minimizan el impacto de “ser distinto” y de las numerosas
atenciones emocionales y académicas que requieren estos niños.
Cuando se recibe el diagnóstico del trastorno los padres
se pueden sentir desamparados, sin herramientas o guías que les orienten para
la educación de sus hijos, que ya suele ser complicada aun cuando no se dan
estos diagnósticos. Ante este percibido desamparo los padres se pueden sentir
culpables de los problemas que presentan sus hijos por una posible mala
educación por su parte. Aquí, se ha podido comprobar que existe mayor riesgo de
depresión en los padres de niños con TDAH frente aquellos que no padecen el
trastorno.
De aquí la gran importancia de facilitar apoyo a
los padres y darles herramientas prácticas de actuación, de forma
que se incluyan en el trabajo de tratamiento que se realiza con el niño. Es
importante que los padres tengan toda la información acerca del trastorno de
forma que puedan aceptar en primer lugar el diagnóstico de su hijo.
En este aspecto nos encontramos con una duda aún mayor
y que tanto a los padres como a los profesionales nos puede generar cierta
preocupación, éste es cómo puede afectar el diagnóstico de TDAH a los niños e
incluso como se les debe comunicar. Aquí la mayoría de los profesionales están
de acuerdo en el que el diagnóstico se le debe comunicar al niño para que así
él sea consciente de cuáles son sus capacidades y sus limitaciones y pueda
realizar mejor las tareas que necesita. El hecho de evitar el tema y encubrir
todas las actuaciones que se realiza solo va a generar a largo plazo mayor
frustración y ansiedad en los niños, que a medida que pase el tiempo van a ser
más conscientes de lo que sucede.
Para comunicarle el diagnóstico al niño es necesario normalizar
el tema, comunicárselo de forma clara y adaptada a su edad, y sobretodo
dejando lugar a que se puede explicar y pueda aclarar sus dudas. Y como es
natural, esto se trata de una decisión propia de la familia y que debe
planificarse con anterioridad, porque va a ser un momento importante que se
debe realizar correctamente.
Viqui Fuster,
Psicóloga y terapeuta en Red Cenit.
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